“Nos ilusionó la idea de préstamo solidario frente a la donación, porque el dinero no se invierte a fondo perdido”
Angélica Juan, socia de Oikocredit
Mi pareja y yo apostamos por este proyecto desde su origen. Lo vimos nacer, crecer y consolidarse. Nos ilusionó especialmente la idea del préstamo fondo solidario frente a la donación tradicional, porque el dinero no se invierte a perdido. El dinero no es objeto, sino sujeto activo que vehiculiza proyectos y es reutilizado una y otra vez creando un círculo virtuoso que genera oportunidades, empleo auto sostenible, dignidad ... vida.
Lo que más me ha sorprendido de Oikocredit Sevilla es que haya sobrevivido a una crisis económica, y ahora a una pandemia, de la forma en que lo está haciendo. Oikocredit ha vivido una profunda transformación, pero creo que ha sabido mantenerse fiel a sus principios. Su modelo económico sigue generando confianza y admiración a partes iguales entre quienes comprobamos datos objetivos como ejemplo que la tasa de impago de los préstamos concedidos por Oikocredit es bastante inferior a la de la banca tradicional, aun cuando los destinatarios son colectivos mucho más vulnerables.
La mayor aportación de Oikocredit Sevilla a nuestra sociedad es la idea de que la rentabilidad social es un valor en sí misma y que produce más "dividendos" a largo plazo que la tan perseguida rentabilidad económica. En un mundo tan injustamente repartido, para mí tiene un valor incalculable el hecho de percibir que eres parte de un sencillo pero maravilloso mecanismo de "compensación" que ayuda a la capacitación de tantas personas.
Tal vez mucha gente no sepa que Oikocredit Sevilla gasta "menos que un mechero", como se suele decir campechanamente en nuestra tierra. Todo ello gracias al trabajo voluntario de la mayor parte de quienes alientan este proyecto. Su presidente es un profesor de instituto que, casi 20 años después de la fundación de esta Asociación, sigue yendo al trabajo en bicicleta. No sé dónde está el dinero, pero sí sé dónde no está. Gracias, Manolo, Migue ... por tantos años de fidelidad que dan crédito a este precioso proyecto.